La Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Expiración, María Santísima del Amor y San Juan Evangelista no pudo terminar su recorrido como hubiera querido, ya que fue sorprendida por la lluvia cuando había realizado la mitad del mismo. Desde la salida ya se pudo comprobar que esta Hermandad tenía sorpresas. La primera fue la presencia de cargadores de la Cofradía de Nuestra Señora del Amor de San Fernando (Cádiz), que por amistad iban a realizar la estación de penitencia con el palio.
La cuadrilla y el capataz eran completamente de la isla de León aunque fueron acompañados por miembros de la Cofradía caballa. Lo más novedoso la forma de cargar y los movimientos en los varales del paso.
No eran costaleros eran cargadores y como tales, llevan en las trabajaderas una especia de ‘almohada’ con la que cargan tanto con el cuello como con los hombros. La forma de andar también diferente, ya que lo hacen más de costero a costero, con las piernas muy abiertas y hacia adelante y hacia atrás en los cambios de la música.
Un estilo totalmente diferente para Ceuta pero novedoso y que fue aplaudido por los presentes durante el recorrido. A pesar de todo, los varales aguantaron esos movimientos.
Una vez realizada la salida, el paso de la Expiración, el único que aún procesiona a ruedas y la Virgen del Amor continuaron con su estación de penitencia sin problemas y sin agua.
A la altura de la calle Padilla para el Cristo y el paseo del Revellín para la Virgen apareció la lluvia y la Cofradía continuó su habitual recorrido, al ser pequeñas gotas. Sin embargo, poco a poco tuvieron que acelerar el ritmo y dirigirse directamente hacia la iglesia de África, ya que el Santo Entierro estaba en la Catedral.
Los cargadores isleños hicieron una chicotá larga, desde el paseo Colón hasta el interior del templo sin bajar y cambiándose en la misma trabajadera de postura, para entrar de frente en la iglesia. Una vez dentro y viendo que no había prácticamente ningún daño, los pasos se quedaron en su sitio.....www.elfarodigital.e
La cuadrilla y el capataz eran completamente de la isla de León aunque fueron acompañados por miembros de la Cofradía caballa. Lo más novedoso la forma de cargar y los movimientos en los varales del paso.
No eran costaleros eran cargadores y como tales, llevan en las trabajaderas una especia de ‘almohada’ con la que cargan tanto con el cuello como con los hombros. La forma de andar también diferente, ya que lo hacen más de costero a costero, con las piernas muy abiertas y hacia adelante y hacia atrás en los cambios de la música.
Un estilo totalmente diferente para Ceuta pero novedoso y que fue aplaudido por los presentes durante el recorrido. A pesar de todo, los varales aguantaron esos movimientos.
Una vez realizada la salida, el paso de la Expiración, el único que aún procesiona a ruedas y la Virgen del Amor continuaron con su estación de penitencia sin problemas y sin agua.
A la altura de la calle Padilla para el Cristo y el paseo del Revellín para la Virgen apareció la lluvia y la Cofradía continuó su habitual recorrido, al ser pequeñas gotas. Sin embargo, poco a poco tuvieron que acelerar el ritmo y dirigirse directamente hacia la iglesia de África, ya que el Santo Entierro estaba en la Catedral.
Los cargadores isleños hicieron una chicotá larga, desde el paseo Colón hasta el interior del templo sin bajar y cambiándose en la misma trabajadera de postura, para entrar de frente en la iglesia. Una vez dentro y viendo que no había prácticamente ningún daño, los pasos se quedaron en su sitio.....www.elfarodigital.e